Tomar decisiones, cerrar ciclos y saltar al vacío.
Tomar decisiones, cerrar ciclos y saltar al vacío.
El mes de enero es el mes de los comienzos.
El día 30 o 31 de un mes, es el final.
Paradoja, la unicidad en dos frases, comienzo y final parecen distintos, pero son lo mismo.
Un enero de comienzos que, al mismo tiempo, es un 31 de finales, finalizo un ciclo para comenzar otro.
Un verdadero salto al vacío en el que no sé con lo que me voy a encontrar, ni sé lo que me va a encontrar a mi.
No necesito la certidumbre del futuro para soltar el pasado.
¿Cuántas veces decimos y escuchamos que las decisiones se toman con la cabeza o/y con el corazón?
Es la manera que tenemos de expresar cómo tomamos decisiones llamadas "racionales" o decisiones llamadas "emocionales".
Todas, todas, todas las decisiones tienen un componente "racional" desde el lóbulo frontal y también un componente "emocional" desde el sistema límbico.
Es más, los bloqueos a la hora de decidir se originan en la amígdala, porque el miedo nos atrapa. Y la amígdala está en el sistema límbico o cerebro emocional.
Pues bien, yo creo que hay más que esto.
Las decisiones, sobre todo las que consideramos importantes, se deben tomar escuchando a todo el cuerpo.
La mente no es exclusivamente nuestro cerebro, la mente es todo nuestro organismo.
El corazón piensa, tiene 40 mil neuritas.
El estómago procesa, tiene 100 millones de neuronas.
Todo nuestro cuerpo tiene billones de células.
Células que contienen información y "piensan".
¿Has escuchado esto de que el cuerpo tiene memoria?
Es totalmente cierto.
Conectando mi lóbulo frontal y el sistema límbico de mi cerebro, con mi corazón, mi estómago, mis músculos y todas mis células, alineando todo esto con mis valores, mis principios y mi Ser, he ido aprendiendo a tomar decisiones.
Esto ha requerido mucho trabajo personal, mucho aprendizaje, constancia y paciencia.
En este contexto "me escuché" y escuché, "me vi" y vi, "me sentí" y sentí.
Y cuando lo hice, la decisión vino por sí sola.
Te cuento todo esto por si te sirve y te inspira.
Suele ser más importante el camino que la meta.
Y mi decisión, desde ese estado de consciencia, es que hoy día 31 de enero de 2109 dejo mi cargo como director en España de la Academia de Neurociencia y Educación, con la certeza de que es lo mejor para todos.
Dejo esta responsabilidad y posición, soltando, dando un salto al vacío que no sé hacia dónde me llevará y dónde aterrizaré.
Lo hago desde el Amor, cerrando un ciclo de mi vida.
Porque, como he leído: "Cerrar un ciclo es desear el bien y alejarse".
Inicio nuevamente un vuelo sin red hacia lo desconocido e incierto. Aunque con mucho camino andado y muchas nubes voladas.
Quizás en este vuelo de libertad y consciencia, lo que deba ser me encuentre y me permita aportar mis conocimientos, experiencias, talentos y energía.
Me encanta seguir acompañando a personas y organizaciones en sus procesos de aprendizaje y evolución con Consciencia.
El rumbo está claro, se trata solamente de seguir volando.
Un abrazo.
César González
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