¿Quién eres?
Cuando explorar, más que aventura, es incomodidad.
Cuando la incomodidad, enseña.
Cuando la enseñanza lleva a aproximarse a la comprensión.
¿Jugamos a conocernos?
¡Hecho!
- ¿Quién eres?
- Soy ...
- Antes de decirme tu nombre, dime por favor quien eres.
- Ok comprendo. Soy ...
- Disculpa, antes de decirme en qué trabajas o lo que has estudiado, que es lo que ibas a decir.
¿Quien eres?
- Umm. Voy comprendiendo, me quieres llevar al corazón.
- Quizás sí, quizás no.
- Soy la/el ....
- Perdona que te interrumpa. Al principio te ibas a identificar con tu nombre, después con tu profesión o estudios. Y te diste cuenta de que no eres ni tu nombre, ni tu profesión o estudios.
- Así es.
- Te identificaste con tus sentimientos hacia otras personas.
- Por supuesto, son quienes amo.
- ¿Ibas a decirme que eres hija/o, esposa o marido de, madre o padre de...?
- Si, claro. Mas allá de mi nombre y profesión está mi familia.
- ¿Eres tu familia?
- No, son parte de mi y yo soy parte de ella.
- Entonces, ¿Quién eres?
- Ufff, pues cuando eliminamos cartas de la baraja, no lo sé.
- ¿Quieres seguir con el juego de descubrirnos?
- Si, por supuesto.
- Dime más allá de tu nombre, profesión, rol familiar.
- Lo veo: Soy emociones, soy pensamientos.
- Es decir que cuando piensas o sientes de una manera, eres una cosa y cuando piensas o sientes de otra manera eres diferente.
- ¿La verdad? No sé quien soy, porque nunca me lo había planteado. ¿Quién soy?
- Gracias por tu honestidad, porque cuando dejamos de dar todo por sabido, todo por hecho, nos abrimos a aprender, a creer, a reconocer que somos ignorantes.
- ¿Quien soy? ¿Quién eres?
- El ser humano lleva miles de años haciéndose esa pregunta y ha encontrado algunas respuestas, que han llenado miles y miles de páginas de maravillosos libros.
Es muy complejo, pero para ponerlo más fácil, te digo que hemos ido sabiendo lo que no somos:
El ser humano no es solo cuerpo, no es su identidad, no es su rol personal o profesional, no es su riqueza o pobreza, no es lo que piensa, no es lo que siente, no es lo que vive, ha vivido o vivirá, no es sufrimiento, no es dicha, no es éxito o fracaso, no es su vibración del momento, no es tantas cosas que nos han contado.
- ¿Y qué es?
- No lo sé, estoy aprendiendo, pero creo que el ser humano es una mota de polvo insignificante que vaga por el universo con cierto nivel de consciencia y que su misión es elevar ese nivel de consciencia.
Esa mota de polvo insignificante que somos desde una visión macroscópica, somos verdaderos dioses y diosas maravillosas y magníficas desde una visión microscópica.
- Sí, eres una partícula flotando en el universo por una minúscula parte del tiempo interestelar y a la vez eres una divinidad de luz y amor muy poderosa.
Tú eliges como decides verte.
Cuidado con la decisión que tomes, porque marcará tu destino en esta vida.
Seguiremos aprendiendo.
¡Un abrazo!
César González
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