El sufrimiento, la ignorancia y el cerebro.

El sufrimiento, la ignorancia y el cerebro.

 Hilando conceptos, aprendizajes y enseñanzas.

1º.- Encontramos el significado que la RAE asigna al término "sufrir":

-Sentir físicamente un daño, un dolor, una enfermedad o un castigo.

- Sentir un daño moral.

-Oprimir fuertemente con alguna herramienta adecuada la parte de una pieza de madera o de hierro opuesta a aquella en que se golpea para encajar otra, fijar un clavo o formar un roblón.

- Someterse a una prueba o examen.

 El sufrimiento actúa en el plano físico, mental, emocional y espiritual.

 También lo encontramos como una manera de "encajar piezas".

¿Cómo una prueba o examen que nos pone la vida?

 Las enseñanzas budistas, y de tantas otras escuelas de sabiduría ancestral, nos muestran como la trascendencia de nuestras vidas hacia la plenitud o la iluminación, pasa indefectiblemente por trascender el sufrimiento.

Comprenderlo y aceptarlo, que no resignarse, supone los primeros pasos para esa trascendencia.

 Conocer y elegir el camino medio, una guía poderosa.

Se trata de comprender que el sufrimiento no nos lleva a La Luz, aunque puede ser catalizador de un despertar. Y que la búsqueda de placeres sensuales que dependan de nuestros sentidos tampoco es el sendero óptimo.

 

"Donde hay percepción (sensorial) hay engaño".

 

2º.- El concepto "ignorancia" tiene mala fama.

Se le ha convertido en una palabra con connotaciones negativas.

Se utiliza como insulto o menosprecio.

Sin embrago es mucho más simple, ignorar es no conocer algo.

 

¿Lo conocemos todo?

¿Estamos en posesión de la Verdad?

¿Lo que pensamos o creemos es lo correcto y perfecto siempre?

¿En cada situación que vivimos tenemos toda la información?

 

3°.- El cerebro es una magnifica obra de ingeniería biológica, fruto de la evolución.

El más poderoso de nuestros aliados, el más peligroso de nuestros enemigos.

Es materialmente imposible tener siempre, en cada momento, el 100% de la información sobre algo o alguien.

 Nuestro cerebro necesita certezas para mantener nuestra supervivencia.

Necesita procesar qué es lo que nos puede poner en peligro y de ahí, iniciar miles de procesos bioquímicos que pongan a nuestro cuerpo en acción para huir, defenderse o atacar.

Cerebro y sistema nervioso trabajando en equipo.

 Estos procesos son muy rápidos, automáticos, emocionales, con poca o casi ninguna "carga racional".

Ante un peligro inminente, no podemos perder ni siquiera milésimas en reflexionar y discernir con calma la mejor opción.

 

Como nuestro cerebro no tiene siempre toda la información, necesita cubrir esos huecos cognitivos de falta de información e ignorancia con deducciones, especulaciones y suposiciones.

Y eh aquí que esos huecos se rellenan de maneras totalmente diferentes si vibramos en el sufrimiento o vibramos en el amor.

Si lo hacemos como robots programados por experiencias dolorosas de nuestro pasado, que lo que quieren es protegernos ante el "peligro", o lo hacemos desde un estado de serenidad, equilibrio, amor y confianza.

 

Aquí encontramos, sucintamente, la conexión entre sufrimiento, ignorancia y cerebro.

Aceptar nuestro sufrimiento, que no resignarnos a él.

Ver nuestra ignorancia y comprenderla.

Entender que nuestro cerebro solo quiere que sobrevivamos, no que seamos felices.

Que por eso inventa, crea e imagina todo tipo de información que cubra los huecos vacíos de nuestro desconocimiento.

 

Quizás por este sendero, lento, largo, tortuoso y complejo, podamos ir desprendiéndonos del sufrimiento para sentirnos más en Paz.

Podamos vivir sin miedos a pesar de nuestra ignorancia.

Podamos aprender a desactivar esos mecanismos cerebrales rumiantes, compulsivos y automáticos.

Podamos dejar de llenar huecos vacíos de nuestro cerebro con ideas de dolor, miedos y separación, para,

desde el Alma y el Corazón, nutrirlos de Amor, Comprensión, Compasión y Confianza.

 

¡Un abrazo!

César González

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